Diferencias entre abogado y procurador: quién hace qué en un juicio
Introducción
Cuando una persona se enfrenta a un procedimiento judicial, es común preguntarse cuál es la diferencia entre abogado y procurador.
Ambos son profesionales jurídicos esenciales, pero cumplen funciones distintas y complementarias. Entender bien su papel ayuda a comprender mejor cómo funciona la justicia en España.
¿Qué hace un abogado?
El abogado es el defensor legal de la parte.
Sus principales funciones son:
- Asesorar jurídicamente antes y durante el procedimiento.
- Redactar demandas, contestaciones y escritos con argumentos legales.
- Representar y defender al cliente en las vistas y juicios.
- Proponer pruebas, interrogar testigos y elaborar recursos.
👉 En resumen, el abogado se centra en el fondo del asunto, en los argumentos jurídicos que respaldan la posición del cliente.
¿Qué hace un procurador?
El procurador, por su parte, es el representante procesal del cliente ante los juzgados y tribunales.
Sus principales funciones son:
- Recibir y trasladar notificaciones del juzgado.
- Presentar escritos elaborados por el abogado.
- Vigilar el cumplimiento de los plazos procesales.
- Coordinarse con el juzgado para que el procedimiento avance con agilidad.
- Representar al cliente en actos procesales en los que no sea necesaria la presencia del abogado.
👉 En resumen, el procurador se centra en el aspecto formal y procesal, asegurando que el procedimiento se tramite correctamente.
Diferencias clave
Abogado
- Defiende los intereses jurídicos del cliente.
- Redacta demandas, recursos y alegaciones.
- Interviene en el juicio defendiendo al cliente.
- Su misión es ganar el caso en base a la ley.
Procurador
- Representa formalmente al cliente ante el juzgado.
- Presenta escritos, recibe notificaciones y controla plazos.
- Actúa como enlace entre el cliente, el abogado y el juzgado.
- Su misión es garantizar que el proceso no se interrumpa ni se pierda por defectos formales.
¿Por qué trabajan juntos?
El sistema judicial español está diseñado para que abogado y procurador se complementen.
El abogado construye la estrategia legal.
El procurador vela por el correcto desarrollo procesal.
De esta manera, el cliente cuenta con una defensa sólida y una representación eficaz en todas las fases del procedimiento.
Conclusión
Aunque sus funciones sean distintas, abogado y procurador son dos figuras indispensables en la mayoría de los procedimientos judiciales.
El primero se centra en el derecho y la defensa, y el segundo en la representación procesal y la seguridad de los trámites.